*El monumento a la bandera, el obelisco, la torre Enfield, el edificio más alto del mundo, todos tienen algo en común, y eso que tienen en común es que tienen forma de uno “1” ¿No será que son o representan al símbolo o monumento a la unipersonalidad u originalidad de las cosas y de los seres? ¿No será que Dios nos está diciendo que fuimos creados únicos e irrepetibles? ¿No será que El Espíritu Santo nos hizo como ha Jesús en María: el primogénito y al mismo tiempo el unigénito, o sea el primero y el único?
*Si entendieras que eres un ser con una capacidad de amor infinito, de creatividad continua, de una super-salud corporal, de un alma santa, de una mente brillante y de un cuerpo escultural, no te haría falta la envidia en tu alma, los celos en tu cuerpo y la experiencia de sentir inferioridad en tu mente.
* Escucha la esencia de tu ser (y la de tu conciencia).
* Sintoniza para tus adentros (como un ejercicio natural).
* Solidarízate contigo mismo (y tendrás con que brindarte a los demás).
* Aplaude tus logros (no esperes que los demás te lo reconozcan como tales).
* Fomenta tu voluntad (tratando que coincida con La Voluntad de Dios).
* Espera en tus ideas (siempre que estén de acuerdo con las del cielo).
* Descansa en tu corazón (Pero principalmente en el de Jesús y de María)
* En fin, sé tu mismo, lo mejor que puedas ser, pues mejorándote a ti mismo mejorarás a los demás, pues la vida es un “egoísmo-altruista”, o una “solidaridad-egocéntrica”, pues no puedes dar frutos exteriores sino circula antes “savia aprobada” por tus venas interiores.
De Nicolás José Neville (Juan de Dios) 17/6/2005 y reescrito el 17/11/2010.
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